jueves, 19 de marzo de 2009

गिरासोलेस




La plaza está desierta, me recuerda los bosques ácidos del norte,
los bosques del mar undido.
Atlantis viene hacia nosotros desde arriba
toda su gente en un estallido se colma de vida,
vienen hacia acá...

...son sólo sombras pero profundas sombras,
me llevan al estado prístino del cuerpo.

Dónde estuviste todo este tiempo camaroncino aprendiz, sin poder ver crecer la tierra, la imagen y sólo la imagen de algo hermoso. Perdiste todo para no llorar,
perdiste el espejo de la tarde tibia para no volver a sentir el invierno.
¿Quién te ha enseñado la vida?...ya no importa, quien haya sido, se ha equivocado.

Rompe las alas, rompe la piedra de Sísifo para no volver a bajar ¿de qué sirve vivir bajo un eterno castigo?, quiebra el embrujo de los ojos que te han hecho morir una y otra vez...pero no para olvidar el sentido primigeneo de la carne o el sentido de los presentes que te inundan, sólo para dejar atrás lo forzado.

(Extracto de la conversación con Camarón en el borde de una plaza lejana, Catapilco el duende guardó silencio esta vez y un girasol me regaló)

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