Llegó un día despejado, de reojo miras el agua y sus ondas, sus frágiles reflejos...
Para que no vuelvas, el tiempo pasa en una hora
y un dolor profundo se hace ciego pero grita por las manos
y el estómago se retuerce,
hay un día que es mi día… prepáralo.
Es verde, es azul y verde…
silénciate por un momento... que para que gires tu rostro,
necesitas silencio y distancia… y agua, sus ondas y frágiles reflejos
anhelando inundar tu desnudez,
la locura hermosa de tu muerte, el milagro de tu fruto.
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2 comentarios:
el maravilloso milagro de la muerte.
jejejeje
y su fruto :)
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